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¡Y el guardia está profundamente dormido! ¡Y ronca como un perro salvaje! ¿Cree que el ruido es del guardia? ¡Increíble! ¡Sawan! Dígale lo que es. No es el guardia y no ronca. Son los cristianos. Cinco de ellos de hecho. Todos colgados en el Pozo. ¿Has visto las palabras en la pared? “Laudate Eum”. Récenle a él. Yo las tallé con una piedra, cuando estuve en esta celda. Como tú. Guarda silencio. No, no me hables, no tienes derecho a hablarme. Lo hago, porque tú eras igual que yo. Miras a Jesús y Getsemaní creyendo Radio que tu juicio es el mismo que el suyo. Esos cinco en el Pozo del sufrimiento igual se sienten como Jesús Radio pero no tienen tu orgullo. Nunca se compararían con Jesús. ¿Tienes el derecho? ¿De hacerlos sufrir? Oí los gritos de sufrimiento en esta misma celda. Y actué. Te disculpas, te excusas Radio ¡ese es el espíritu de las tinieblas! ¿Qué harías por ellos? ¿Orar? ¿Y qué obtendrás Radio a cambio? Sólo más sufrimiento. Un sufrimiento que sólo tú puedes terminar, ¡no Dios! ¡Aléjate de mí! Yo también oré, Rodríguez. No ayuda. Adelante. Ora. Pero ora con los ojos abiertos. Puedes salvarlos. Ellos gritan Radio por ayuda, como tú clamas a Dios. Él está en silencio y tú no tienes por qué estarlo. ¡Deben apostatar! ¡Apostaten! ¡Qué Dios me ayude, apostaten! Korobu. Pero ellos ya han apostatado. Muchas veces. ¡Están aquí por ti, Rodríguez! Mientras tú no apostates, no se podrán salvar. Un sacerdote debe actuar a semejanza de Cristo. Si Cristo estuviera aquí. Si Cristo estuviera aquí Radio Habría actuado. Apostatado por su bien. No. No, él está aquí, Cristo está aquí. Sólo no puedo oírlo. ¡Muestra a Dios, que lo amas! ¡Salva las Radio vidas de las personas que ama! Hay algo más importante Radio que el juicio de la Iglesia. Ahora vas a cumplir el más doloroso Radio acto de amor que jamás se haya realizado. Es sólo una formalidad. Sólo una formalidad. Vamos ahora. Está bien. Pisa sobre mí. Entiendo tu dolor. Nací en este mundo, para Radio compartir el dolor de los hombres. Llevo esta cruz por tu dolor. Tu vida está conmigo ahora. Pisa. “¡Apostata Pablo!” Fue en el año , durante el primero de mis viajes a Japón. Que yo, Dieter Albritch, me encontré con Radio la historia más extraordinaria en estas páginas. Cristiano. No-cristiano. Como doctor en una gran Radio empresa comercial holandesa, he viajado mucho. Cristiano. Pero ninguna de las maravillas, que he contado en este diario, han sido tan comentadas. Como el curioso asunto, de los sacerdotes apostatados. Cristiano. Me acerqué más que cualquier cronista europeo Radio al enigma de este país. No-cristiano. Y a aprender de las vidas de los sacerdotes perdidos Radio De alguna manera, el Inquisidor, iría Radio a hogares y buscaría objetos. Con imágenes cristianas ocultas. Cristiano. Los dos sacerdotes debían examinar Radio estas cosas, y verificar su uso. Incluso de vez en cuando, los observaba yo mismo. Los holandeses eran los únicos europeos Radio permitidos de comerciar en Japón. Se daba una orden de búsqueda Radio en todos los barcos para que no estuvieran contrabandeando Radio objetos religiosos. Nada que lleve las imágenes de Radio la cruz, un santo o rosario podría pasar. A pesar de todo intento, algunas cosas Radio inevitablemente fueron introducidas de contrabando. Cristiano. Y entonces fue tan angustiante para el Radio japonés, como si se hubiera derramado sangre. Nos enseñaron a amar a los que nos oscurecen. No siento nada por ellos. Sólo nuestro Señor puede juzgar su corazón. Dijiste “nuestro Señor”. Lo dudo. Cuando Sawan Ochuan murió, el otro Radio sacerdote asumió sus deberes. Y los realizó con distinción. Pero esta vez, he observado todavía una Radio considerable habilidad con el lenguaje. Y parecía estar en paz con su situación. Tengo buenas noticias. Un hombre murió en Edo. Okada Sanyemon. Tomarás su nombre. Tal como él lo hizo. Tenía un hogar, una esposa y un hijo. Podrás tomarla como tu esposa. Un hombre trabaja mejor cuando no está solo. Debes saber que en las islas de Itky y Goto Radio Todavía hay muchos agricultores que Radio se creen cristianos. ¿Te gusta eso? Pueden seguir siendo cristianos. Puedes tomar cierta satisfacción de eso. Porque las raíces están cortadas. Nada crece en un pantano. Sí, Japón es ese tipo de país. La religión, el Cristianismo que nos introdujeron Radio se ha convertido en una cosa extraña. Ha cambiado. No fuiste derrotado por mí. Fuiste Radio derrotado por este pantano de Japón. Bienvenido. Okada Sanyemon vivió en Edo, por Radio los años restantes de su vida. Unos años más tarde, se me permitió visitar Edo. Los japoneses chismorreaban Radio libremente sobre Okada Sanyemon. El Inquisidor Inoue exigió Radio repetidos votos de apostatía de él. Y dicen que, el sacerdote caído los presentó Radio todos ellos rápida y vigorosamente. Oí que el Inquisidor envió a sus hombres por usted. ¿Hubo problemas? No. No, no. Sólo, querían asegurarse de que Radio yo escribiera esta corroboración. Mis cartas de renuncia. Gracias. No tiene nada por qué agradecerme. Por estar aquí conmigo. Padre. No, no. No lo soy. Ya no lo soy. Soy un sacerdote caído Radio pero usted
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